En soledad el eco del silencio anida en mí.

En el silencio, mi oído siempre alerta, siente al fin... ¡paz!

La cigüeña se aferra a su alto nido y mira airosa. Son sus potentes alas amparo de su prole.

Tu mirada sincera y penetrante manifiesta tu indómito carácter, eres fiel y obstinado escudriñante… hermoso y suave cual resbaloso hám… Te regocijas ante cualquier mimo,

Y yo aún aquí, mientras canta la alondra y nace el día.

Saliendo el sol, corrí veloz al campo. ¡Volvió a llover!

Sus risas, llantos y carantoñas son inagotables. La dicha de tenerlas enriquecen mi vida.

—Acércate hijo, ven, pon tu manito en mi vientre. Aquí, mira, aquí dentro está tu he… ¿Vamos a dibujarla tú y yo? le dije dándole un beso.

Si los sueños se pudiesen escoger y la vida fuese la manifestación de ellos, no habría por qué sufrir;

Con un suspiro, libero tantas cosas, tantas, ¡que floto!

Así, se nos va la vida. Así, nos llega la muerte...

Mi querida maestra: Eras una y única nuestra, latía en nuestro corazón, la fe de volverte a ver, sin nosotras poder saber,

¿Habéis pensado alguna vez que cuando nacemos somos ricos? La riqueza no se mide en dinero, se mide en tiempo, que es, el que en definitiva,

Entre las nubes, cabalgo tan veloz, que aplasto al viento.

Volando el águila sobre la inerte presa, queda solo huir. Sus garras se le acercan... ¡corre, sálvate, vive!