Miranda y Megan
Marzo /10/2016
Y yo aún aquí, mientras canta la alondra y nace el día.
La carne muere, envejece y nos duele como los años. El alma, siempre viva, nos impide morir.
¡Brotes de amor! en esa rosa blanca, sobre mi pecho.
Por densa selva, vuela sobre su sombra, un colibrí.
Me siento pegada a esta tierra est… que ya no da sus frutos y mucho menos el perdón. Para mí, el hoy es incierto y el mañana
¡Oh! sol de vida, nutriendo las crisálidas, ¡Hay mariposas!
Cuando yo sea niebla, polvo, o simplemente “nada”
Ese viejo árbol que yace junto al río no puede erguirse. La corriente lo inclina pero a su raíz, ¡no!
Tu mirada sincera y penetrante manifiesta tu indómito carácter, eres fiel y obstinado escudriñante… hermoso y suave cual resbaloso hám… Te regocijas ante cualquier mimo,
Caracolillo, al verte desde lo alto, ¡cuan frágil eres!
Las cuatro décadas de tan hermosa niña, suman otoños.
Marqué en la arena los instantes vividos con añoranza. Y fue el viento travieso quien guardó mis memorias.
Guardó su amor en barco de papel, y se perdió.
Entre las ramas, rosas blancas al viento. Luego, ¡el cielo!
Tanta nostalgia anclada en el recuerdo. Vid goteando, y el río desbocado en su frío deshielo.