MAMÁ
MAMÁ
Esta noche pensando en mi vida,
No recuerdo, si pequeño llegue a pronunciar la palabra mamá,
Solo tenía 6 años cuando la perdí,
A partir de allí encontré mi última mamá,
Mi abuela Cenaida, a quien conocí,
Como la niña Vargas, así la llamaban todos,
Esto me impidió llamarla mamá,
Ella era mi bella y ultima mamá.
Hoy cuando a las dos he perdido,
Siento que mis labios tienen un silencio,
Que me vuelve mudo, y
La tristeza me clava,
Esa palabra bella que me hace falta pronunciar,
Como aquel niño deseoso de amor,
Y me recuerda que nunca la podre decir,
Que vacío hay en mi alma,
Mi vida es ese destello sin luz,
Que siempre parece una noche oscura,
Eterna sin poder sentir esa caricia
Que nunca tendré,
Oh palabra llena de amor,
que nunca pude abrazar.
Una palabra que nunca nació
Se quedó en el silencio,
Se perdió conmigo,
Solo mi corazón sabe,
Cuanto la pronuncia, y
En mi alma resuena como un eco,
Que quiere abrazarme siempre,
Y salir al mundo desde mis labios,
Para pedir tal vez un cuento,
Que nunca recibí, hoy es una lira
Tocada en silencio, pero retumba en todo mi camino,
Como aquella melodía, que nunca escucharé,
Hasta morirme, así será
Mi eterno silencio,
Nunca pude ni podre decir mamá,
Que dolor y que tristeza,
Existirá siempre en mi corazón, en mi alma
Allí la soledad reina,
Cuanto me haces falta ¡mamá!
Una palabra que ni siquiera
Ha podido tener en mi vida,
Un silencio infinito del alma.
