Pelo corto y negro, (toca que ata cinta colorada) voz que un sortilegio evoca, ojos de sierpe encantada, frente fugitiva, y boca

En las ruinas del muro y la presa envejecen la piedra y el agua sobre las que mayo prende su verde cana.

Se me van los ojos buscando las li… ¿Por qué no estar en todas partes a la vez? Querría sentirme en las sierras, en los valles y llanuras,

Como yo la esperé, también mi choz… con su alma sin vida la esperó; y la ausente –esperanza vagabunda– para hacerme poeta retornó. A la puerta insegura de mi choza

Errumpen todas las velas a flamear con los besos del viento… que bufa como un demonio el nordeste. Por la barroca esmeralda

En la gloria de la mañana, un celaje deja pasar el sol. El viento encarruja sutilmente las olas, que besadas por la luz parecen una floración argéntea

Carbón y negro azul en la maleza, perla entre la maraña del celaje, y una melancólica tristeza que se efunde del alma del paisaje… El agua rueda con letal pereza;

Hay en el niquelado de la peana del sillón_ espejo que embruja lo circundante_ dos ojos donde una luz blanca_ dos perlas irisadas_ se ha posado;