#Venezolanos
Yo viajo a los espacios transparen… Conmigo está tu chal de lana, el v… tus zarcillos con que ibas al merc… El perro que nos despertaba pasa s… No es magia, sencillamente nada he…
Acuñar quimeras como soles muertos para los ojos de un fantasma, no es tu tarea.
Cuánto tuyo no se desenvuelve como… País al que regreso cada vez que m… Sello, fasto, bóveda de los cofres… Nunca me has negado tu leche de vi… Mi reflujo, mi fuente secreta, mi…
Vives piel adentro. Ignoras que ser significa: alcanzable.
Me fustigo. Me abro la carne. Me exhibo sobre un escenario. Allí no ofrezco el número decisivo… Devorarme ¡mi gran milicia!, pero…
Vengo de un reino extraño, vengo de una isla iluminada, vengo de los ojos de una mujer. Desciendo por el día pesadamente. Música perdida me acompaña.
Me muevo. Uno, dos, tres pasos. Nadie puede negar que avancé un poco. Se pueden ver mis huellas en el suelo, pero amanezco en el mismo sitio. ¿No me desplacé? Es cierto —verifico las ma...
Rosa de claras risas que golpea siempre un mismo jirón de luz y a un blanco río de trópico que duerme
Ella, la insojuzgable, no pudo det… teas, látigos. Desde hace meses es… el que buscan. Pero ellas conocen… me he movido.
¿En la confusión, tu rostro estará en el lado opuesto también, poniéndole el sello al naufragio, con el gran vendedor?
Pídeles sus títulos a los que te p… cuándo nacieron, diles que te demu…
Yo que no he tenido nunca un ofici… que ante todo competidor me he sen… que perdí los mejores títulos para… que apenas llego a un sitio ya qui… que he sido negado anticipadamente…
Mi único caudal eran los botines arrancados al miedo. De tanto dormir con la muerte sentía mi eternidad. De noche deliraba en las rodillas de la belleza. Presa de tenaces anillos, a pes...
Tuvo que descender para buscarte, llegar a sus confines, sufrir por no reconocer su rostro, caminar mecánicamente, sin saber s…
De tanto imaginarte, sonreírte, es… Respiro tu llegada; ya sin creer. No me pidas explicaciones. No me quites la idea que tengo, ta… No me pruebes, por favor, en terre…