Cargando...

Hora de vivir sin mi.

Una primera carta, antes de un último respiro.

“Eramos 5 hermanos, y nuestros dos padres, siete en total. Siete personas dentro de una casa pobre, con apenas comida para sobrevivir.

Nuestro padre ya estaba viejo, no podía ir a trabajar ni ayudaba en las tareas de la casa, se la pasaba bebiendo y fumando. Lo tuvimos que llevar a un asilo. Estaba casi inconsciente, sufría perdida de memoria. Murio al poco tiempo de estar ahí. Lo trataron con miseria en su hospedia, como nos trató a nosotros de pequeños. Obtuvo su merecido, pero admito que a veces lo extraño.

Nuestros dos hermanos mayores sufrían de problemas psicológicos que no fueron tratados a tiempo. El primero sufría de depresión y el segundo de esquizofrenia.
El primero se suicidó, ahorcado con una soga en el patio trasero de nuestra casa. Nunca hablé mucho con el, era solitario y se la pasaba fuera. Supongo que no soporto la inestabilidad de nuestra familia, casi siempre dependiamos de que el nos cuidara cuando mamá salía a trabajar. Pero el nunca pudo depender de nadie.
El segundo murió en un accidente, por entrar en un ataque de pánico. Fue atropellado en medio de la noche. Nunca me quise acercar a el, me daba miedo. Yo le daba miedo, la casa le daba miedo, vivía en un miedo contaste con todo.

Nuestra tercera hermana sufría de una enfermedad que la hacía engordar excesivamente, fuera de lo normal. Era alta y obesa, siempre necesitaba de ayuda de alguien más para poder transportarse, no se podía parar ni caminar sola. Estaba todo el tiempo dentro de casa. Se la pasaba viendo por la ventana, pensativa. Se que muy en el fondo ella hubiese preferido ser “normal”. Recuerdo bien que me odiaba, me envidiaba, se la pasaba diciendo “¿por qué no salí como tú? No sabes lo difícil que es por lo que tengo que pasar, y tú como si nada!” O cosas del estilo. No quise darle importancia, pero me daba pena y hacía que pensara lo mismo. Murio a temprana edad por su mala salud.

Luego de eso solo quedamos nuestra madre, tú, mi hermanito menor, y yo.  Nosotros tres estábamos bien por nuestra propia cuenta.

O eso creía.

Mi madre siempre se mostraba simpática, alegre, con una enorme sonrisa. Siempre me ayudaba cuando estaba en problemas, o cuando estaba triste. Era una mujer maravillosa, pero yo sabía que por las noches lloraba en su cuarto.
Mis vecinos la trataban de puta. Le decían así por haberse casado con un hombre mayor a una edad temprana, y por tener 5 hijos que, según dicen, ni siquiera supo cuidar. Cuando me enteré de esto investigué al respecto y descubrí que nuestro padre había abusado de ella. Que quedó embarazada y nuestros abuelos la obligaron a casarse con el. No fue su decisión, y aún así tuvo que soportar que la juzgaran. Todos en el barrio decian que era una miserable, que no entendían como podia vivir feliz después de pasar por todo eso. Le deseaban el mal.
Murió de cáncer, algo que me ocultó hasta sus últimos días.

No la pasé bien.
Me hicieron bulling en el colegio, a mi profesores les caía mal, me dejé manipular por hombres que solo buscaban mi cuerpo. No soy ni era fuerte como mi madre. Teniá que lidiar con miradas de lástima todos los días. Todos eran hipócritas, no les gustaba ver por lo que pasaba pero tampoco me ayudaban.
Solo la tenía a ella en ese tiempo. Cuando me dejó, le prometí que cuidaría de ti. Lo prometí, que por ti viviría. Y que cuando por fin ya no me necesitaras, ya no haría falta que esté aquí. Mi deuda finalizaría y podría ir con mamá.

El día que leeas esto, será el día que no esté. Quería que sepas la historia de nuestra familia, que nunca me atreví a contarte a la cara. Me daba vergüenza, me daba asco. Solo quería que fueras feliz.

Se feliz, que nuestra historia no te carcoma ni te atormente como a mi. Se que no será fácil, pero tarde o temprano te enterarias de la verdad. Ya sea por mi parte o por alguien más.

Con amor, tu cuarta hermana, aquella que sufrío la vida. Que sufrió una promesa. Que vivió por alguien más. Y que por fin, se liberó.

Este fue un sueño que tuve hace tiempo, sinceramente cuando desperté no pensé ni dos veces en escribirlo. Me sorprendió mucho, nunca había soñado algo que recordara con tanto detalle y nitidez. Fue hermoso y tétrico a la vez.

#cartadedespedida

Preferido o celebrado por...
Otras obras de Bean ~...



Top