Compañero acuático
Sumergamonos y exploremos lo nunca antes visto.
Hay veces que solo quiero ahogarme en mi propio llanto. En mis propias lágrimas, en un mar, un océano, o incluso en mi bañera.
Luego recuerdo que le tengo miedo al agua, que no se nadar.
Ojalá tú pudieras llevarme, llevarme lejos a donde no puedo llegar sola. Ojalá tú pudieras ser mis ojos, mis brazos y mi ser. Tú, que no le temes a nada.