III. Ese momento
Ese momento en el que, en la penumbra,
donde el tiempo se detiene sin aviso, eterno,
surge un suspiro, secreto,
un nuevo sentimiento nace, puro y preciso.
En el rincón de miradas perdidas,
dos destinos convergen con arte,
se entrelazan al compás de la vida,
pero que iba a ser difícil, se sabía de antes
Así comienza una historia,
con final pero lleno de encanto,
encanto que siento al verte, oírte y sentirte,
al saber que una estrella brillaba cerca de mí.
Pensé: “Contigo el trayecto de la vida se me hace más corto,
y si solo pienso en tu mirada profunda, clara,
en tu forma de sonreír y en tu forma de ser.
En ti.
Sin ti, cuento los minutos que no estoy contigo.
Sin ti, se paran los segundos que aceleran al verte,
mi corazón también lo hace,
nuevamente alucino por como eres conmigo”.
Su portada fue lo que me llevó a ella,
su sonrisa lo que me hizo querer quedarme,
finalmente fue su ser lo que provocó este sentimiento.
Anhelo y suspiros cada vez que te imagino,
llantos y rabia cada vez que me bloqueo,
y sonrisas y alegría que curan mi alma,
con tan solo presenciar tu magnificencia.
