Olga Acevedo

Fieros tenía sus ojos

Fieros tenía sus ojos
y ronca y mansa la voz;
finas imaginaciones
y plebeyo el corazón.
Su madre, como sencilla,
no la supo casar, no.
Testigo de ajenas vidas,
el ánimo le es traidor.
Cancioncita ronca, triste,
canción de esclava, canción,
toda te me presentas
en dos ojos y una voz.
Vous avez aimé cette lecture ? Offrez-nous un café !.
Votre aide nous permet d'exister.
Préféré par...
Autres oeuvres par Olga Acevedo...



Haut