Me dolés
Me dolés en las rodillas
en el maíz de tu castigo,
en el grano de tu ausencia
Me dolés en la cabeza
rumiante empedernida
Y volvés en mi comida
no te puedo digerir.
Me dolés en cada mes
en la sangre de tu nido
Me dolés en el oído,
no te quiero escuchar más
Y no puedo respirar,
no es culpa de la estación
es seguro que sos vos
soplándome de tu polen
y yo estornudando olvido.
Me dolés en el tobillo,
me cansa cargar tu peso,
tropiezo solo por eso
y yo le llamo descuido.
Me dolés la punta del pie,
la del dedito chico,
la que de vez en vez
golpeo lo que he temido.
Me producís estrellas
en el codo
y un crack en el hombro,
contracturas y calambres
y unos ataques de hambre
que me trae más dolores.
Me dolés en mil colores,
en mil formas, en mil años.
Me dolés en el dolor
y solo por eso a veces
recuerdo que estás ahí,
oscura y silente,
pero a la vez llena de luz,
filtrándote en mi dolor,
mandándome tus mensajes,
llenándome de coraje
y enseñándome a vivir.
Sigue siendo Octubre
