El banquito en la plaza y las cosas que pasan pasan lento en mi mente me olvido el presente Y ahora... y ahora

Yo tenía en mis manos un cofre, era de oro. No me importaba que tuviera algo dentro. Podría estar lleno

Caen gotas y se van, vuelven al mar y se vuelven a encontrar Las lastima una ilusión desolación

Soy mía Soy tan mía... Me poseo Me celo Me antojo

La blancura de la montaña me recuerda como quisiera que fueran mis pensamientos Pero miro al cielo y el celeste y las nubes que me nublan

Me dolés en las rodillas en el maíz de tu castigo, en el grano de tu ausencia Me dolés en la cabeza rumiante empedernida

Cómo le pide uno algo a Dios? Y como se arranca la vergüenza de no haberlo mirado? De no atreverse, nunca pedirle no haberle rogado

Sobre sus grietas se cuela un recuerdo roído, rezagos de olvido. O acaso es quimera del tiempo perdido

Por qué he de pensar en apariencia… Si soy oruga en mi capullo de tris… No tengo alas ni razones pa volar Se me fueron a dormir cansada de fracasar

Ahora lejos mío es lo más cerca que has estado de tenerme Dicen que es por mi signo... Acuario es aire sabías? Como el dicho del pájaro

Rondas de Alondras con su canto mágico, callan mariposas su momento trágico Mientras ilumina

En la tierra las raíces que me dejan existir cavan hondo las lombrices que me hacen resistir Son de cal y son de arena

Me olvidé que fui un gusano por volar en mis colores aleteando mis dolores y dejándome en desgano Me olvidé de que era sano

Por qué se van? Por qué se alejan de mi? Las mariposas con su fragilidad El aleteo inmenso de su compañía Eran tres y eran mías