Suspiros aromados tienen mis senti… Mi corazón sueña con sus frágiles… Dulces nubes púrpuras cubren mi pe… La brisa de mi pensar modula con s… Cantan los niños como pajarillos e…

Ciervo, Que toma en tus manos la fragancia De la Rosa; Ciervo, Que sigues la fragancia por donde…

Caballero de la luz, sol de la esp… ¡Con tu espada lírica naciste un v… Liberte a la princesa de poesía pr… Llorosa la primavera, al purpúreo… Grande es el arte, que llevan tus…

Una vez más el día...! termina con una lágrima de oro, en la velada noche sombría dónde ingenuamente lloro. Y de la última hora del día,

Tengo un amor que supera todos los… Del poder, De todos los que algunos hombres y… No poseen; Como un gran amor que parece ser f…

Y sin buscarte, te vi en su reflej… como un suspiro que llega en silen… no eras pasado, ni sombra, ni espe… eras un brote en mi árido invierno… Tenías su risa, su andar, su ternu…

La gente que mira de mal manera Le dan la espalda a su mundo, Miran como echar polvo y arena Y se envuelve en mal profundo. Un suelo húmedo como el vidrio

A tu lado amor, en la noche solemn… Ven a disfrutar del infinito cielo… Que sea tu compañía que va y viene En el paraíso donde se ve mi lucer… Que sea tu compañía, mi dulce aleg…

Algunas veces me desanima una tris… Y ante mis ojos desaparece mi futu… Retorno otra vez a la sombra de mi… Donde mis plantas, sostenerse no p… Luz del estrellar, ya no brillas e…

Miro a los ojitos que alumbraron l… Escucho la voz que me hizo cantar, La miro es porque ponen a mis ojos… Si le canto es porque me hace susp… Y cuando escucho la voz de Lorena…

Vi de nuevo a la vida de frente a… Como me gustaría nuevamente de ti… Ver a través de tus miradas la her… Esa llanura sin límites: de tus oj… Un misterio peculiar dentro de tus…

Aquel amor Que vi desnuda Y que tomé Con mis manos La hice mía

Para que composiva con tu mano la… Queda mi fragancia humilde en esta… Que en melancólicos amores se desp… Recogiendo hoja por hoja al filo d… ¡Sólo el recuerdo de mí, para bien…

Lo encontré llorando en un rincón de la sala, junto a un montón de recuerdos viejos, de modo que, me pareció, haber creído entender las expresiones de su rostro, sus dos ojos humedecido...