A vos.
De acá, hasta que me muera.
Acordarme de vos, es verme a mi,
muy a la distancia,
Ahogándome en el río
mientras vos estás ahí, parado,
mirándome sufrir y solo atinas
a tirarme algo que me salva un poco,
pero solo a medias.
Siempre a medias fue esto que tuvimos
que no fue ni tan amor,
ni tan odio.
Ni tan alegria,
Ni tan sueño.
¿Qué loco no? Me estaba ahogando,
de inseguridades y miedos, que vos
tan delicadamente fuiste adornando en mi cabeza.
Me estaba ahogando,
de las ilusiones y mentiras
que confabulaste en mi nombre
En nombre mío y del amor,
del tan famoso amor.
Que ni conocemos, ni entendemos bien.
Al que le echamos todas las culpas de nuestras miserias.
Entonces por qué no decir
Que lo mío fue una asfixia de amor.
De amor a vos.
A vos. Que mientras dormías
te daba besos y te susurraba despacio
todo lo que te amaba.
A vos. Que competía contra la suerte
para hacerte reír, aunque sea un rato.
A vos. Qué con un poco de música
Y algún vino medio pelo, me hacías bailar y
de a ratos feliz.
Este poema, que de poema no tiene nada
Y de canción tiene menos,
Es para vos, que me volaste la cabeza
desde antes de saberlo,
que me hiciste amarte hasta que me quedé
sin aliento,
y mira que de amor no se murió nadie, lindo...
pero yo me estoy ahogando
es este trance de entender
que nosotros,
somos algo que quedó
en un verbo pasado
y que en el presente,
Solo queda un suspiro entre el humo
del porro que me estoy fumando
para olvídame de que
alguna vez, nosotros dos,
nos divertimos.
