A parte.
De acá, hasta que me muera.
A partir de ahora,
voy a mirar para los dos lados antes de cruzar la calle.
A partir de ahora, voy a pedir perdón cuando me equivoco,
y voy a pedir ayuda cuando la necesite.
A partir de ese momento,
donde mi alma bailaba de alegría, entendí,
que a partir de ahora es como yo quiero,
y no, como debo.
A partir del deber, de la obligación o de la responsabilidad,
es que nuestras almas se marchitan.
—Media amarga de papeles anda la tia Nora,
a mis primos ahora de grandes,
los veo poco.
Mama a veces andar mejor.
A parte de que, si lo hago porque quiero
me va a gustar más y que, decir que no
tampoco es malo .
A parte de que, si achino un poco
los ojos, medio que no veo,
no te veo, no –nos vemos–.
Y que a veces no ver
es también una decisión.
Y que si, ando de acá para allá
casi todo el tiempo,
pero que, si me avisas que venís
yo freno un poco .
Aunque sea un rato.
Así me tomo el tiempo de admirar
lo diferente que nos sentimos los lunes,
después de no haber tenido
que ir a trabajar porque franco.
Y al final, que vos no tengas paciencia
y que a vos todo te afecte, no era mi culpa.
Porque en realidad la culpa,
es una enseñanza media católica.
No es mí culpa porque tampoco es mi obligación estar acá.
Andaba de pasada, y quería tomar unos mates
y bueno, termine colgando
de nuevo.
y el punto no me quedo
aparte.
