Los errores provienen de la impaciencia humana.
En la soledad de la montaña entre duras peñas alumbré mi cría y la llamé Esperanza.
Importante es ser discreto al hablar.
Preciosa gargantilla, arrancada del cuello de Atenea, para embellecer a las doncellas de los jardines de Grecia, jardines de las hojas perennes.
Mi prisión repleta de jaurías de lobos furios… se convirtió en coloridas aves de dulce cantar.
Ya danzará la tierra toda y las mujeres dejarán de tejer sus telares y los hombres navegar los fatigantes mares.
Extraíste lo dulce de tu pócima has ordeñado la vaca de pesares y ahora disfrutas la mielosa leche láctea de las ubres de oro.
¡Oh! mar verdiazul coronada estás de remolinos y blancos torbellinos.
Persistentes brisas cubren el azul oscuro del rizado mar.
Torres de Inglaterra rodeada de briosos potros y arbolados prados de la tierra a cubrir
Tú, Madre sembradora de soles que en el cielo tejes
He visto un cisne que en su sabiduría lleno está de blancas canas.
La luna alta acompañada por su séquito de estre… quedó tras la ventana luminosa y transparente. Cerrar la ventana
Es certero acercarse a los sabios ¡¡¡Trae Buenaventura!!!
¡No olvides al héroe que hay en tu… ¡Persevera en tu alta esperanza!.