Preciosa gargantilla, arrancada del cuello de Atenea, para embellecer a las doncellas de los jardines de Grecia, jardines de las hojas perennes.
No vayas tan rápido goza de cada momento feliz de a poco.
Te conviertes en lo que piensas.
La felicidad crece al ser compartida.
Vertí blancas lágrimas como tiara de azahares. En honor y homenaje al fallecimie…
Vive para crear no solo para existir.
Tú, Madre sembradora de soles que en el cielo tejes
Rayos de sol amarilleaban el pasto rústico de las praderas.
Mar chileno he sorbido tu salobre hálito has sido navegado por humildes canoas de cuero en antaño
Es certero acercarse a los sabios ...
El sol doraba las altas cimas. Mientras mi corazón se revoluciona… en tumultuosa esperanza.
Luna dulce, luna de azúcar, en la inmensa taza del firmamento.
Agradece por todo lo que recibes.
Después de la tristeza, viene la felicidad que trae consigo la paz.
La impaciencia es fuerza destructiva es no detenerse en las cosas no dedicarles el necesario tiempo, la espera.