No hay ruidos, ni una antena de hormiga se mueve ¡¡Todo es Silencio!!
Me llamo Noé a quien visita la viajera paloma en mi nave
No se apresure, no se apasione. La fortuna bendice a quien sabe esperar.
Busca la paz, dentro de ti.
He adornado un pequeño altar. Allí arden viejas hojas de laurel aromatizando el ambiente
El tiempo tiene su labor en el telar convulsionado del tiempo.
En la soledad de la montaña entre duras peñas alumbré mi cría y la llamé Esperanza.
Acumular sabiduría y no compartirla es ir contra la esencia de la vida.
Flor pequeña que lentamente en mis manos moría. Yo le quiero, le decía. Ella me preguntó ¿me quieres?
La comitiva de mujeres danzaban y reían al tañir los tambores y un ala de oro se despegaba del sol.
Luna, que desde el cenit, vigilas los campos.
Son carruajes llevados por cisnes alados relucientes y blancos.
Persistentes brisas cubren el azul oscuro del rizado mar.
Mar chileno he sorbido tu salobre hálito has sido navegado por humildes canoas de cuero en antaño
Cada despertar del disco ardiente del Sol, es una mañana llena de inocencia y plenitud.