¿Qué te pasa gallito que cantas tan tempranito?
En cada árbol, cada hoja, cada tallo, cada raíz, la vida palpita
No se apresure, no se apasione. La fortuna bendice a quien sabe esperar.
Tú, Madre sembradora de soles que en el cielo tejes
Marineros de Chile ¡¡Rudos!! como las rocas del mar y ágiles como el ir y venir de las olas.
El sol doraba las altas cimas. Mientras mi corazón se revoluciona… en tumultuosa esperanza.
He visto un cisne que en su sabiduría lleno está de blancas canas.
La oruga se solaza entre las hierbas del bosque. Un bosque tranquilo
La impaciencia impide pasar del paso a paso y nos aleja del paraíso.
Hasta para coger los frutos debes estirar los brazos.
Busca la paz, dentro de ti.
Gran poder es saberse moderar.
La mariposa en el mar se posa.
Del suelo mana agua láctea mana purpúreo vino mana néctar de rubias abejas que sube como oloroso incienso
Agradece por todo lo que recibes.