Tu soledad te defiende, Te limitan tus miradas, Que yo sé que tu alma llega Adonde tu vista alcanza, Adonde llegan tus sueños,

Estabas sola y alta. Yo miraba cómo todos los pájaros Debajo de tu frente se escondían. ¡Qué ir y venir y qué volver! Cómo todas las cosas

La niebla si es cercana me parece Que oculta algún dolor, velo que n… A unos ojos la luz, a los que cieg… Con un blancor de llanto que estre… Pero si no es cercana, si se mece

Yo y la luz te inventamos, Ciudad que ahora en un alba De fantasía y de sol Naces al mundo; Ciudad aún imprecisa,

Se levantó sin despertarme. Andaba lenta, aplastándose tanto Hasta pasar bajo imposibles Sitios huecos, O estirándose fina como un ala

Apoyada en mi hombro eres mi ala derecha. Como si desplegaras tus suaves plumas negras, tus palabras a un cielo

Sólo sé que estoy en mí y nunca sabré quién soy, tampoco sé adónde voy ni hasta cuándo estaré aquí. Vestido con vida o muerte

Alzan la voz cruel quienes no vieron el paisaje, los que empujaron por el declive p… la carne ajena, quienes debieron ser almas de todo…

Sentirse solo en medio de la vida casi es reinar, pero sentirse solo en medio del olvido, en el oscuro campo de un corazón, es estar pres… sin que siquiera una avecilla trin…

Se agrandaban las puertas. Yo gig… Con el recuerdo de mi olvido dentr… Atravesaba las estancias, Golpeando las paredes sordas. ¡Qué collar interior en mi gargant…

Dicen que soy un ángel y, peldaño a peldaño, para alcanzar la luz tengo que usar las piernas. Cansado de subir, a veces ruedo

Hubiera preferido ser huérfano en la muerte, que me faltaras tú allá, en lo misterioso, no aquí, en lo conocido.

Hijo de la oración, cada mañana dejo el seno del cántico, me desnudo del himno que se eleva a la gloria de Dios

¡Qué dulce dolor de ancla En el corazón sentías! Tu corazón reteniendo, Duro coral, mi partida. Ahogada en amor, tu amor

Entre alaridos se sostiene su débil rama, entre escombros de guerra, viva en mi corazón endurecido, como una flor sencilla