(Versos de infancia)
El fantasma Miguelito ya no tiene quien le tema cuando baja, cuando sube, cuando mueve la escalera.
—Estoy aquí desde el Principio. Soy el origen y la luz. Soy el centro y la causa infinita. Soy la razón de ser de la ecuación…
Álvar Fáñez Minaya tú eres. Álvar Fáñez, el Cid Campeador ruega que partas desde Valencia a por doña Elvira, a por doña Sol… Los caballos te esperan enfrente,
Se ha hecho ley que toda culpa la tenga el rey. En todo hecho reprobable
—Si das un paso más avanzarán las horas, y andando hacia adelante, ciertamente regresas. Si das un paso atrás
Vives aquí. Estás plantada —árbol que en los albores del mund… en el más amplio salón de mi memor… En mi memoria duermes y en mi memo… cada tarde, ligera.
Crixo, la mano diestra de Esparta… en su niñez un sueño de paz, de re… murió aquella mañana en que embraz… y fuese a la batalla, radiante y t… Estaba muerto aún antes, antes que…
Veo sus manos desprendidas, solas, moviéndose al compás de la su músi… Es así. No preguntaré dónde está su cara
Entonces habló el ángel (y miré y me vi y me vi hombre y sentí lástima de mí):
Parques. Aceras. Cines. Humo. Etc... Y la avenida, rabiosamente iluminada, hendida por automóviles inexorables, descendiendo como un gran río negro, arrastraba en sus aguas la vanidad y...
Quería soñar, amor, que en mis brazos te tenía. Cerré los ojos y vi de blanco entera vestida a una dama blanca y bella...
Tener tu gracia, tu encanto —bastón y pipa y vejez—, es la profesión que a mí siempre me gustó tener. Mas dices: «Entre tú y yo
De niño solía ponerme a horcajadas sobre las rodillas de mi padre; y empezaba a cabalgar.... Mi padre, al ritmo de la cabalgata, con voz medio hablada/medio cantada, repetía: «¡Frank ...
El conjunto de poemas que José Alejandro Peña presenta en este libro Suicidio en el país de las magnolias es una continuación en el tiempo de un oficio que desde el primer momento se...
Copa de vuelo rígido, árbol generalísimo, fuente