HASTA LOS MUSLOS DEL RÍO
Llueve la noche en mis senos
sus olores a jazmines.
¿Cuántos mojados jardines
de silencios, están llenos.?
Se despiertan los venenos
aferrados al vacío,
y se desviste el rocio
cuando el sudor de la nube
en una caricia sube
hasta los muslos del río .
Hoy tenemos una cita
con alas en la cordura,
la playa de mi cintura
hace una ola que grita.
En un vaivén que se agita,
la humedad suspira breve
en el azul que se atreve
cuando al hundirse en mi boca
el horizonte le toca
las orillas donde llueve.
Aut. Lazara Nancy Díaz García