Bajo el farol de la esquina,
entrelazados los cuerpos,
un tango lloraba notas
que embrujaban el silencio.
El paso doble dibuja
en el suelo la barrida,
armonia en bandoneones
al compas de las pupilas.
El la toma por el talle,
la oscuridad se mecía,
ella rodeaba su cuerpo
con la mirada encendida,
la noche advierte en el juego
que esta sudando la vida.
Las caderas van girando
bajo el farol de la esquina,
entre las piernas, danzando,
queda abierto su vestido,
hombre y mujer bailando
en un eje compartido .
Se apaga la luz del faro,
el tango no se ha dormido,
violín, bandoneón y piano
quedan bailando conmigo.
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Aut. Lazara Nancy Diaz Garcia