#Españoles
De aquí a un tiempo, puede que llegue a ser como vivir
Mi mujer y mi hija, estas paredes y estos libros, un puñado de amigos que me quieren —y a los que quiero de verdad—,
Acaba de cruzar frente a mi parabrisas. Es ella. La recuerdo
Sale de la marquesina y mira hacia la izquierda; vuelve y reinicia su pequeño “claqueteo” nervioso. No aguanta más, se muere, necesita
Mujeres como tú son las que consiguen que se declaren las guerras y que algún general
Ándate con cuidado, que no se entere nadie de que lo pasas bien, que tu vida funciona, y eres feliz a ratos.
No es el de la niñez, aquellas mañanas de diciembre, a lo largo del río, hacia el colegio. Ni se trata tampoco de aquel otro
Un simple comentario a destiempo, sin ninguna intención.
Dejo el periódico sobre la barra. Enciendo un cigarrillo. Tomo
Cuídate mucho de los que sólo miran, de los que siempre están detrás, de esos a los que nunca
Ya poseemos casi todo lo que nos iba a hacer felices. Puede decirse
Uno siempre espera que suceda algo, que algo bueno suceda, algo que le dé un giro brusco, un empujón, un bandazo
Vencido, una vez más. Por el amor… el odio, o por la vida que no hace concesiones ni da treguas. Aquí, en la esquina de un siglo
Como el viento que encuentra una rendija y se cuela en la habitación y lo desordena todo libros
El último salvavidas al que suelo agarrarme en estos casos, el teléfono, hoy tampoco me sirve.