#Españoles
Es inútil buscarlo. Cuando menos lo esperas, aparece en un bar. Y ya nada es igual en adelante. Un día tocas los dientes de la gloria,
Un simple comentario a destiempo, sin ninguna intención.
A veces —cuando observa en los bares la sana desvergüenza de los jóvene… los rescoldos de una oscura pasión avivan su mir…
Como el viento que encuentra una rendija y se cuela en la habitación y lo desordena todo libros
Un paquete de tabaco, un libro de poemas, cuarenta duros para tomar unas cervezas... Poca cosa, es verdad:
Esta noche, por lo que a mí respecta bien podría saltar el mundo en mil pedazos. Por qué no. Y nosotros con él. Acabar. Echarle de una vez
Alegra esa cara, hombre —dicen, dándote una palmadita en la espalda–, hay que ser más
Uno siempre espera que suceda algo, que algo bueno suceda, algo que le dé un giro brusco, un empujón, un bandazo
Llegan y se van sin hacer ruido —como buenos clientes—, luego el tiempo los confunde
Vencido, una vez más. Por el amor… el odio, o por la vida que no hace concesiones ni da treguas. Aquí, en la esquina de un siglo
Ya poseemos casi todo lo que nos iba a hacer felices. Puede decirse
Cosas de la edad, supongo: te da por mirar atrás,
Ándate con cuidado, que no se entere nadie de que lo pasas bien, que tu vida funciona, y eres feliz a ratos.
Las primeras tienen su cosa, es cierto. Otra vez con el trago en la mano, uno se siente a gusto de sentirse tan mal, de tener ese cuerpo,
Están cogidos de la mano en silencio, bajo los soportales. El niño mira su columpio, muy triste,