“El eco de las olas”
Te regalo el eco de las olas, guárdalo...
que no se pierda su sonido monótono
envuelto en su vestido de espuma.
Ponte tu collar de perlas entre arrecifes
de baja mar...
Y besemos la noche en la distancia,
mirando el cielo bajo un manto de estrellas.
Nos diremos tantas cosas... esas cosas
que aún no nos hemos dicho nunca.
Me gustaría susurrarte al oído
palabras nuevas, en un idioma nuevo,
desconocido, solo nuestro...
Me gustaría decirte tantas cosas...
y sin embargo, callamos mudos, quizá...
irritados por el silencio de la noche.
Y miramos la luna, nuestra luna;
solo tuya y mía, como un farolillo de feria
que nos sonríe con benevolencia,
junto a ese cielo cuajado de estrellas
que nos sirve como medio de comunicación.
Algunas veces al alzar la vista
me parece leer tu nombre luciendo
en el firmamento y sonrío pensando
que quizá a ti te ocurre lo mismo.
Lo mejor es que..., nadie lo puede leer,
ni oír, solo tú, solo yo...
Piaciuto o affrontato da...
