Desnuda.
ni la belleza de los ángeles, se compara con tu desnudez
Navegando por todo el oasis de tu cuerpo me encuentro,
todo empapado de pasión,
mi lengua se convierte en un adiestrado pincel
y tu cuerpo en un glorificar lienzo,
en donde pintaré una constelación de amor.
Decido emprender camino con mis dedos,
enredándome en las pesadillas de tu cabello,
sigo caminando por tu exquisito cuello,
el que siempre quiero destruir a besos,
sigo por las suaves arenas de tu espalda
y con mucha delicadeza voy descendiendo poco a poco,
hasta recorrer cada fragmento de tus posaderas
y sonrojado les doy un beso a cada una,
dejando huellas pintadas con el corazón.
Tropiezo con tus voluptuosos muslos
y me caigo de cara en tus enternecidos tobillos,
apenado por tal casualidad,
levantó la mirada
y a lo lejos puedo notar,
como forman un edén tus hermosos y lindos pies,
me levanto lo más rápido que puedo
y corro tan deprisa para alcanzar mí destino,
al estar cercas de ellos,
los contempló por un instante con tanta quietud,
que me hace recordar,
el sonido de mis latidos en mis oídos
y con mucho cuidado los comienzo a acariciar,
empiezo a hacer círculos y espirales con mis dedos,
limpiando poco a poco la maldición que evoca en ellos
y al fondo logró ver como unos tímidos deditos,
se asoman con mucho asombro
y con una gran sonrisa me acerco,
les doy un beso a cada uno,
para que puedan descansar en paz.
Cuando volteo a ver tu rostro,
miro que duermes con tanta serenidad
y esa es una de las muchas razones,
por la cual te has convertido en toda mi eternidad.
