Me encuentro caminando por la acera,
el roció de la mañana cubre mi rostro
con la incertidumbre de saber
si te volveré a encontrar.
Recuerdo bien la fecha
cuando solté tu mano
tirando mi vida a la bohemia estructural
recuerdo tu mirada
con la esperanza de volver a encontrar
la esencia de mi ser.
Detengo mis pasos apresurados
la interrogante vuelve a susurrar mis oídos
¿estás segura que la encontrarás?
ya es muy tarde para cambiar.
Sonrío intrépidamente,
mis dientes muerden de nervios mi labio
apresuro mis pasos
la ansiedad esta en el aire
tengo que volver a encontrarla,
sé que estará ahí, sé que estará ahí
esperando por mis fríos abrazos,
mis caricias antes de dormir,
lo bien que la pasábamos
al derramar el licor de la agonía
antes de mi despedida.
Ahí estás, en el lecho
nuestro lecho, la cuna de madurez
la ingenua brisa de invierno
me da la bienvenida
al lugar, al lugar,
que nunca debí abandonar.