#Cubanos
Hipócrita, perjuro, despiadado, Sin ninguna virtud que amar le hic… Bañose en sangre y con delicia vie… La muerte y el terror siempre a su… A Venezuela mísera ensañado
Triunfante Sila, cuyo carro fiero En las ruedas giró de la fortuna, La antigua libertad desde tu cuna Fue tu divinidad, tu amor primero. Pero la Roma vil en que viviste
Árbol, que de Fileno y su adorada velaste con tu sombra los amores, jamás del can ardiente los rigores dejen tu hermosa pompa marchitada. Al saludar tu copa embovedada,
Hija de la beldad, ninfa divina, ¿Cuál es el alma helada Que al girar de tu planta delicada No se embriaga en placer? La orqu… Y al compás de sus ecos presurosos…
¡Escollo vencedor del tiempo cano, Isla en el mar oscuro del olvido, Misterio entre misterios distingui… De un inmenso arenal gran meridian… ¡Montaña artificial, resto tremend…
Tú que de nieve eterna coronado Alzas sobre Anahuac la enorme fre… Tú de la indiana gente Temido en otro tiempo y venerado, Gran Popocatepetl, oye benigno
Mira, mi bien, cuán mustia y desec… del sol al resplandor está la rosa que en tu seno tan fresca y oloros… pusiera ayer mi mano enamorada. Dentro de pocas horas será nada...
Si la pálida muerte se aplacara Con que yo mis riquezas le ofrecie… Si el oro y plata para sí quisiera… Y a mí la dulce vida me dejara; ¡Con cuánto ardor entonces me afan…
Amigo de mis horas de tristeza, Ven, alíviame, ven. Por las llanu… Desalado arrebátame, y perdido En la velocidad de tu carrera, Olvide yo mi desventura fiera.
¡Oh! Cuán puro y sereno despunta el Sol en el dichoso día que te miró nacer, ¡Esposa mía! Heme de amor y de ventura lleno. Puerto de las borrascas de mi vida…
¿A Minerva te consagras? Perdone Amor tu imprudencia: Advierte que tanta ciencia No es propia de la beldad. No: tu sencillez conserva,
¡Genio de Libertad, mi voz te imp… En todo clima tu fogoso aliento Esparció vida y luz, salud y glori… Por ti clamor inmenso de victoria Estremeció de Maratón los ecos,
Al clavar de los dardos inflamados Y agitación frenética del toro, La multitud atónita se embebe, Como en el circo la romana plebe Atenta reprobaba o aplaudía
Cuando en mis venas férvidas ardía la fiera juventud, en mis cancione… el tormentoso afán de las pasiones con dolorosas lágrimas vertía. Hoy a ti las dedico, Esposa mía,