#Cubanos
¿A Minerva te consagras? Perdone Amor tu imprudencia: Advierte que tanta ciencia No es propia de la beldad. No: tu sencillez conserva,
Tu aliento vivifica, y semejante Al soplo abrasador de los desierto… En su curso veloz todo lo inflama. ¡Feliz aquel que la celeste llama Siente en su corazón! Ella le ele…
Desde que te miré, joven hermoso, Sentado a par de la luciente hogue… Por mis venas corrió fuego dichoso… Que no puedo explicar. ¡Quién a t… Siempre vivir pudiera,
Huracán, huracán, venir te siento, Y en tu soplo abrasado Respiro entusiasmado Del señor de los aires el aliento. En las alas del viento suspendido
Fue tiempo en que la docta Poesía De independencia y de poder armada… Al moral universo presidía. Las hijas inmortales de Memoria En inflexible tribunal juzgaban
Témplase ya del fatigoso estío El fuego abrasador: del yerto polo Del septentrión los vientos sacudi… Envueltos corren entre niebla oscu… Y a Cuba libran de la fiebre impu…
¿Aún guardas, árbol querido la cifra ingeniosa y bella con que adornó mi adorada tu solitaria corteza? Bajo tu plácida sombra
Cuando en mis venas férvidas ardía la fiera juventud, en mis cancione… el tormentoso afán de las pasiones con dolorosas lágrimas vertía. Hoy a ti las dedico, Esposa mía,
Ven, dulce amiga, que tu amor impl… Luzca en tus ojos esplendor sereno… Y baje en ondas al ebúrneo seno De tus cabellos fúlgidos el oro. ¡Oh mi único placer! ¡oh mi tesoro…
¿Por qué el tiempo en sus alas fug… Llevó el siglo dichoso En que abrasaba el pecho en llamas… El canto poderoso, Y a los míseros siervos alentaba
Cuando en la etérea cumbre De los eternos Andes se amontonan Mil pavorosas nubes, De hielo, fuego y destrucción preñ… Y con fúnebre cerco los coronan,
En los yermos del mar, donde habit… Alza ¡oh Musa! tu voz elocuente: Lo infinito circunda tu frente, Lo infinito sostiene tus pies. Ven: al bronco rugir de las ondas
Cana mi frente está, mas no por añ… Que veinte y seis abriles, aún no… Cana mi frente está, no por espant… Que no temí jamás. ¡Ay! el tormen… De ansiar un bien ideal, que de mí…
Si Dios no existe, o si de mi se… Y tan sólo al alzar debo la vida Para pasar el mundo, Cual nube tempestuosa el Océano A merced de los vientos,
El cielo está puro, La noche tranquila, Y plácida reina La calma en el mar. En su campo inmenso