Labios y Cancerberos
Tus cabellos, como lluvia de otoño.
Tus ojos negros, envidia de los rojos atardeceres.
¿Cómo es posible que quepan en ellos todas las lunas del Universo?
Tu boca. ¡Detalle maravilloso que este mundo no merece!
Y tus labios, como cancerberos.
Deja que los engañe y entonces entre en ti,
Para que tus dientes caníbales sean festín en mi boca.
Como esclavos hambrientos, y yo,
Alimento de sus almas.
Hector J Diaz (1994)
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