Me solicitan humildemente y con deseo la presunta obligación de ser para ellos un número al cual sacar o succionar buen provecho antes de una cena preparada para una hora no muy cómoda para mis estilos de vida individualistas y/o apolíticos.
La historia es la causa y el presente es el efecto. La historia son las historias. El pasado nunca pasa. El presente siempre ocurre
El silencio pesa en la noche. Duermen los despiertos. Hay perros que ladran, luna brillante, y varios signos que esconden la inexplicable belleza de algún sonido, o su terror posible. N...
La noche y el fuego, el rostro que veo y la sombra detras; la condicion del bien y del mal: estar, simplemente estar,
en las alas sin fuerza de tanta ll… en las hojas pisoteadas bajo tanta… en mí
Cuánto tiempo he pasado pensando en vos. Pregunto sin preguntar, respondes sin responder... El amor,
Los perros ladran con violencia, gritan y pelean a mordidas; es mediodía y me han desterrado de… Cae la noche. Los grillos no dan… Se sincronizan los sapos murmurand…
Ahora, mientras la lluvia cae sobr… y recuerdo que estoy solo, con mis… en silencio; ahora que pienso deliberadamente, de rama en rama, de gota a gota,
Aunque esté solo, no estoy solo: otros estarán solos. Otros tomarán café en la tarde y s… que otros se hablan mientras miran… que otros, también, piensan en la…
Edificarás o mortificarás. A la miel o a la hiel irá la lengu… Y entre muerte y vida el péndulo b… al ritmo del reloj o del corazón. Nacer o morir: tienes aquí
La máscara sin boca de la página revela cosmos de bailes silenciosos. A la luz del lejano ataúd tu mirada se moría.
Infierno, esto de tener huesos, carnes y ojos. Existir en el vacío, con soledad m… inaceptable e innegable. Acaso estoy acompañado por estas p…
El ruido es desolador—estoy más solo que en otros poemas. Me sacude la inmensa identidad del mundo: esto es, una presión que me comprime, deprime, suprime... La innegable obediencia de ...
Cuando me miras, casi ya sin ojos, y el fuego de la memoria te incend… y las palabras enfrían en tus lab… palpitantes los hielos del engaño;… irremediable, la urgencia patética…
Todo falla. Incluso nuestra desgracia.
Hoy estoy en este costado, ayer estuve del otro lado. Hoy soy… Ahora, un bebé que gatea, un balbuceo sin costumbre, recién levantado en temprana hora,