Cargando...

El mago

a aquel enfermero del hospital

Perdí mi cuerpo al momento de que me tocases por primera vez
entonces abrí los ojos y te descubrí allí
tu serena juventud, esa barba, el marco negro de tu cara
Arráncame las entrañas y trágalas,
que eso me hará estar mejor  que lo que siento ahora en la piel
Vinagre caliente sobre mis labios agrietados
es lo que deja en mi mente el no volverte a ver
Sonrisa eterna, mirada esquiva,
dolor que sigue presente como aquel amanecer
Mi cuerpo, que ya no es mío,
está vacío sin tus movimientos,
sin mi ignorarte mientras haces magia,
que para hacer como si no me importas vale mi ser
Intensas sensaciones increíbles
en las condiciones más adversas que puedas ver
Esa es la magia que haces
y que no puedo entender
Tu voz resuena con ecos de sonrisas
a borbotones de placer
Y no poder distinguirla,
ni entre dos,
ni entre 3,
o quizás si,
no lo llego a saber
Tu silueta en la oscuridad,
estática, intensa, ambigua,
mientras yo hago como si es cualquier cosa,
como si siempre has estado allí,
como si no vas a desaparecer
Un abrir y cerrar de ojos y las horas se han ido,
ha llegado el amanecer
Magia porque estabas tu y pude exhalar y descansar
Y confiar, confiar plenamente,
saber que en tus manos flotaría y floté
Te regalo lo que es tuyo, en mi mente, mil veces.
Y no me atrevo a más.
Que lo que no importa es lo que es,
lo que me quema es lo que fue.
Toca vivir perlas y arenas
mientras el vaivén del agua se queda
Mientras hace que la ilusión de un sentido se instale por instantes
Momentos de vacío ruidoso que distraen del olvido
que sabe a hiel
Y sonrío
El sentido eres tu
La razón, la excusa, el saber que existes,
eso motiva cada movimiento
Aunque estén de ti lejos
No puedo alcanzarte,
te distancias más a  curvas hilarantes,
Y te vuelves mago desesperante,
a un palmo y a un recorrido eterno
Recorrido en el que no quiero poner mis pies
Malas despedidas, tu huida,
mi sensación de estupidez
¿Cómo se me ocurre apuntar a bulto con una rara avis?
¿En que pensaba? No sé
Y eso lo tenía que saber
Mil rutas empapeladas de hojas diferentes
podrían haber hecho eterno
lo que no nació ni una vez
Me quedan tus manos, imperceptibles,
para siempre, sin dolor,
haciendo lo justo con los movimientos correctos,
con los irreverentes,
con los que me mutaron a él
Me quedan tus manos y moriría por conocer tu olor
para poder completar el puzzle del camino al nirvana,
al éxtasis contenido,
a mi propia piel
Pero sé que una parte de mi siente como hueles,
si no fuera así no lo podrías haber hecho tan bien
Dilema moral,
¿Y si pudiera no haberte vivido?
¿Y si en aquel momento de duda me hubiese retirado
y no optado por sentir y disfrutar?
¿Y si ante tu incoherencia no me hubiera acobardado
y hubiese seguido adelante sin disimular?
¿Estarías en mi mente?
¿Habrías sido lo que eres?
Tu existencia determina tu camino,
en un respiro intersecta con el mío
y luego se va.
Lo que yo siento depende de quién soy,
ni sé como, ni lo podría cambiar
Así que me toca vivirte en soledad
Preferido o celebrado por...
Otras obras de Grace C Chacón León...



Top