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Mi rubia blancanieves
Blanca, blanca como la nieve,
y ante el sol en vez de derretirse,
se vuelve rosada,
rosa como el color del cariño.
Ojos de cristal,
que al largar lágrimas,
se rompe mi corazón,
en vez del cristal.
Ricitos de oro,
al igual que el cuento,
sólo que el oro no es su pelo,
sino su corazón.
Tan delicada,
al igual que una flor.
Tan dedicada,
al igual que un pintor.
¿Su sonrisa?
Valiosa.
Brilla tanto como la luna.
¿Su felicidad?
Es mi felicidad,
dibuja estrellas en mi corazón.
Sus alas me enorgullecen,
verlas volar me apasiona,
y al elevarse me emociona.
Encontrar un alma así,
no es tan fácil,
y me alegra mantenerme
iluminada por esta alma amada.
Alma, pura alma de mariposa,
que lo único que hace
es seguir elevándose
mientras sigue su propio camino.
Aquella mariposa está llena de colores
que pintan un arco iris invisible.
Aquel arco iris es como el viento;
no puedo verlo, pero puedo sentirlo.
También tiene rasgos
de otros animales:
De las aves tiene
la misma sensibilidad
que sus plumas.
De los perros tiene
la misma alegría
de sus sonrisas.
De los koalas tiene
el mismo afecto
de sus abrazos.
¿Mis deseos?
Que se cumplan los suyos.
Nada me va a hacer sentir mejor
que verla finalizar
una red de sus sueños,
en lo alto de una montaña,
llegando al cielo
y formando un muro con cada sueño realizado.
Porque sé que ella no va a dejar
que sus sueños sean
simplemente sueños.
Ella es un alma unida con mi alma
que siempre va a estar conectada
directamente en mi corazón.
Es una conexión fuerte,
imparable, firme y sobre todo
especial.
Mi alma no podría estar más orgullosa
de la prima del alma que tengo,
y la conexión que me ofrece.
(2014)
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