[Estribillo – todos juntos:]
Ay serrana, ay serrano,
que el amor no entiende de enfado.
Ni del nombre ni del llano,
cuando prende, prende al amo.
[Coplas – canta el rondador:]
Rodri el de Eljas, mozu recio,
del zurrón y la callaza,
se topó con María Luz
bailando en la plaza.
Ojazos de mora vieja,
y sonrisa de romero,
le dio una copla en la oreja
y él quedó prisioneru.
Padres bravos, lengua suelta,
ya querían montal guerra,
por si el Corderu y la moza
se cruzaban por la sierra.
Pero el mozu con dos huevu
como los de su cabrilla,
juró querela pa siempre
con la voz bien afinailla:
[Estribillo – todos a coro:]
Ay serrana, ay serrano,
que el amor no entiende de enfado.
Ni del nombre ni del llano,
cuando prende, prende al amo.
Dijo ella con el delantal
lleno de lágrimas vivas:
“Si no me dejáis quererlu,
me arrancáis toita la vida”.
Y la madre, al ver tal pena,
que le dolía hasta el pechu,
le llevó al zagal pan tierno
y un pañuelu con su rezu.
Se casaron sin campanas,
pero con jara florida,
y cantaron los gorriones
y el pastor, y hasta la esquina.
Tienen tres niños morenos,
con el alma bien nacía,
y en la puerta de su chozu
la paz nunca se perdía.
[Estribillo final – con palmas y alegría:]
Ay serrana, ay serrano,
que el amor no entiende de enfado.
Ni del nombre ni del llano,
cuando prende, prende al amo.
¡Que vivan Rodri y María Luz!
¡Los amores del monte serranu!