¡Oh, Picos de Europa, altiva cumbre!
¡Tierra de mitos, leyendas y fulgores!
Aquí, la roca besa el cielo,
y el horizonte se estremece con su furor.
Entre la niebla, el eco de las voces,
se escucha el lamento de la montaña,
y en el río que fluye entre las rocas,
se adivina la voz de una antigua España.
El viento trae el aroma del bosque,
y en las ramas el canto de un ruiseñor,
mientras la nieve se posa en la cumbre,
como un manto blanco de paz y amor.
¡Oh, Picos de Europa, tu grandeza es eterna!
¡Tu belleza trasciende los siglos!
Que el eco de tus montañas perdure,
en los corazones de los hombres, como un misterio.