En el Parque María Luisa, yo he visto la luna brillar
y las estrellas bailar, al son de una guitarra
que tocaba un andaluz, lleno de pasión y de alma.
El perfume de las flores, es el aroma del sur,
que despierta en mí la emoción, de sentirme vivo y en paz.
Entre palmeras y olivos, caminaba yo una vez,
y sentí el latido de mi corazón, al ver tanta belleza alrededor.
En la Plaza de España, una poesía escuché,
que me hablaba de amores, de tierras y de amistad.
Un monumento a la historia, un tributo a la humanidad,
que en el Parque María Luisa, su hogar encontró.
Oh Parque María Luisa, tú eres el latido del corazón
de mi Sevilla querida, de mi Andalucía llena de sol.
Tus árboles, tus jardines, tus fuentes y estanques,
son el alma de una ciudad, que nunca deja de soñar.