#Españoles
Cielo gris. Suelo rojo... De un olivo a otro vuela el tordo. (En la tarde hay un sapo
Aparente quietud ante tus ojos, aquí, esta herida –no hay ajenos l… hoy es el fiel de tu equilibrio es… La herida es tuya, el cuerpo en qu… es tuyo, aun yerto y lívido. Ven,…
Me asomé, lejos, a un abismo... (Sobre el espejo que perdí he naci… Clavé mis manos en mis ojos... (Manando estoy en mí desde mi rost… Tiré mi cuerpo, hueco, al aire...
Te llamé. Me llamaste. Brotamos como ríos. Alzáronse en el cielo los nombres confundidos. Te llamé. Me llamaste.
La noche, perseguida, se entró por… —Méteme por tus ojos, escóndeme en… aun tu cuerpo, entreabierto, puede… antes de que se entregue al cerrad… que ya está desciñendo tu ardiente…
Todos vienen a darme consejo. Yo estoy dormido junto a un pozo. Todos se acercan y me dicen: —La vida se te va, y tú te tiendes en la yerba,
Tan chico el almoraduj y... ¡cómo huele! Tan chico. De noche, bajo el lucero, tan chico el almoraduj
—Ay, tierra, tierra: ¿quieto y en… ¿en ti no quedo?.. —Cállate, amor: desnudo te hundes, te alzas, y ere… de historia, y luz que un pájaro e…
Ahora sí que ya os miro cielo, tierra, sol, piedra, como si viera mi propia carne. Ya sólo me faltabais en ella para verme completo,
No es lo que está roto, no, el agua que el vaso tiene: lo que está roto es el vaso y, el agua, al suelo se vierte. No es lo que está roto, no,
Tan blanca, sin figura, ya tu mano levanta la esquina de mi sueño... ¿Por dónde va tu carne? ¡Qué huida!:
Igual que este viento, quiero figura de mi calor ser y, despacio, entrar donde descanse tu cuerpo del verano; irme acercando
¡Qué bien te siento bajar! ¡Qué despacio vas entrando, caliente, viva, en mi cuerpo, desde ti misma manando igual que una fuente, ardiendo!
Ven, méteme mano por la honda vena oscura de mi car… Dentro, se cuajará tu brazo con mi sombra; se hará piedra de noche,
Puente de mi soledad: con las aguas de mi muerte tus ojos se calmarán. Tengo mi cuerpo tan lleno de lo que falta a mi vida,