A cuerpo abierto resplandecía, la espuma del mar la lamía. En el ocaso esplendoroso sus ojos se ensombrecían
Trenzas mi pelo con cadenas de pena, pendientes de coral, anuncian muerte cae suave una lágrima,
Engaño la mente escribiendo, mi voz se quiebra oigo pasar los coches, en uno de ellos vas tú, el corazón florece
Hoy he llorado hasta partírseme el… he dejado que el agua salada bese mis mejillas, bese mi boca. Me he dejado llevar
Caminando por las calles tuve un déjá vu, sentí que había estado allí. Mis pasos resuenan en el empedrado,
El dolor de la ruptura de un amor, aún vivo y palpitante, te marca hasta las entrañas. Pero puedo vivir sin ti. Mi corazón salvaje,
En la esfera celeste explotaron supernovas cuando mis piernas firmes se abrieron apoyando los pies en el suelo,
Vi a Venus venir hacía mí, su belleza anulaba al astro su manera de caminar dejaba pequeño el movimiento lunar.
Conocerte fue ver el sol dentro de mi pecho iluminando cada centímetro de mi corazón. Recuerdo tu pelo que mis manos deseaban amasar, acariciar
Pasión que me envuelve entre los brazos de la muerte. Besos sangrientos en noches de luna llena. Palpita la sangre de mi cuello
Entre caminos la soledad pasea, me busca a mí. Me escondo en los rosales, quiero la vida
Muero de amor al verlo sonreír, el que daría media vida por verme feliz.
Me dijiste que eternamente estarías por mí, ahora sé que mentías como siempre, y no te quiero perdonar.
En un recoveco de mi mente hay un recuerdo agazapado, Y eres tú que ya no estás. No existen flores ni vuelan las mariposas.
Tu aliento melodía para mi espíritu poema encadenado son tus dedos en mi piel. Tus ojos me cantan romances