POESÍA JAPONESA
Sobre el fondo de mi mente Dios me dibuja un camino por donde el miedo, la ansiedad se van yendo, ya no te temo y me voy sin ti.
Miro a los pescadores sacan el pescado de las barcazas la aurora camina por el cielo el aroma a salitre, sal y pescado me hace sentir feliz.
Estabas en el pasado estabas que yo lo vi comiendo rabia bebiendo dolor. Las palabras eran puñales
Qué azul el cielo Campo de margaritas atardeciendo. Pico nevado árbol de flor de fuji
Y lloran sangre los salones del rey muerte inocente cuerpo de la princesa en la cama sin vida
La noche me devora malditamente, me hace desaparecer nunca pensé que podía doler así hay cosas dentro de mí que necesito confesar.
Amor es sentirme segura a tú lado, no tener miedo de que me dejes aquí en la cama tirada como muñeca rota.
No te guardes los “Te amo”, no escondas los “Te quiero”, no calles un “Te extraño”, no niegues un “Te espero” No mates un abrazo,
He saboreado el amor entre tus piernas, he nacido de nuevo en tu orgasmo. Ni Afrodita te hace sombra en esa belleza de tus pechos
En su nuca de terciopelo dejo pequ… que van bajando a su clavícula dej… y vaya que le quedaba bien. Su cuerpo pesado, caliente, perfec… posado encima del mío
El búho blanco cazador de la tundra. Estío frío. Saltando el oso va por las placas de hielo.
Cuando llegue la noche, y el silencio te rodee, no te de miedo las sombras, que se reflejen en tu dormitorio.
No sé que me pasa, pero la vida se me va en la mesa sentada la mente me abrasa. La televisión me da hastío
Hablan sus ojos, cuentan historias… cuando los abre de par en par veo felicidad en ellos, están tan abiertos que sonríen. Y, ¡Esa mirada de sorpresa!
Ecos de amor se oyen en la distancia gimiendo versos. Se oyen arpegios de aquel antiguo piano,