Poesía japonesa
Siempre estaré te quiero junto a mí aunque la vida se haga noche y la lluvia de fuego me queme. Porque te amo
Ya no recuerdo tu silueta, entrando por la puerta, tu sudor en las noches de calor. Solo me acuerdo de aquel día de verano, en que te fuiste,
Hubiera dado la vida por salvar la tuya, todos estos años perdidos, tanto dolor, tanta soledad. ¿Para qué? Las entrañas
Envuelta en humo en la cama tirada los pensamientos salen como una película de mí. Los ojos entrecerrados
yo sola pequé ¿por qué todo lo que deseo es pecado? Deseo aparecer siendo otra, pero sin dejar de ser yo las autopistas, la sequía, la religión, la distancia, la fiebre, la impotencia, ...
Jugábamos a abrazarnos, a enamorar… Unos golpeteos de lluvia en la ven… Rueda una lágrima. Cuánto te amé.…
En el Sacromonte bailando, está la gitana morena, Mirándola, la luna llena; volantes revoloteando. A ella le dan una azucena,
Tu mirada clavada en mí como un puñal, sangre cae de mis ojos me da miedo mirarte tus ojos son mortales.
Y sin darme cuenta sentí tu cálido aliento en mi cuello me tienes rendida supe que sería tuya. ¡Que me has hecho
En la sombra suspiraba la mujer, escudriño la noche, aguzó el oído todo permanecía sereno, más tranqu… la guerrera siguió andando, buscan… la oscuridad de la noche.
Hay distancias que se funden en un apasionado beso. Cierras los ojos y sientes que tu piel se funde con la de él.
La negrura me envolvió como una capa, la vida solo fue sombra. Mi cabeza está perdida en un almanaque donde
Mi hermosa alma que abandonada te he tenido no podía ver más allá de él. Un pensamiento vino a mi cabeza amate siempre
Más allá del horizonte granate, hay tierras yermas de alegría y ri… donde la ayuda se viste de trigo, y ramas de flores huelen a esperan… donde la humanidad es agua fresca.
La bella dama está desmadejada, entre mil perlas blancas. Suspira entre ellas; su piel inimitable