Carmesí
Cortando en palabras, siente el dolor en los labios,
sin el crudo disfraz carmesí para envolverse una y otra vez,
sin esa secadez amarga que lleva a cuestas...
Sin más ganas de lastimarse.
El mundo mirando a través de sus ojos,
que en helada perpetuidad,
solo puede ver en su olvido
un doloroso sentir desbordando su amar.
Yacen vanas las sombras de su palidez,
que de querer encontrarse darán el valor,
incitarán su ínfimo momento,
convergerán el tiempo y destrozarán el espacio.
Lento, preciso e involuntario,
el surco que guía su penar en lágrimas,
no tendrá un motivo para no morir en un suspiro.
Ella ya sin dolor, sin sentido,
expulsará en un sueño
ese amor del cual nunca cree haber sido.
