Medias y Muslos
a Boris
Nos fuimos a la parcela, como manera de escapar de la ciudad.
Llegamos viernes y acomodamos las cosas.
Recorrimos por la noche el gran patio que tenemos.
Se veía tan hermoso el oscuro verde de los arboles del pequeño bosque que nos regaló el terreno. Su mano fuerte y tibia me guiaba por arbustos, y la tela de mi falda se enredaba y dejaba entrever medias y muslos.
Se detuvo y clavó sus ojos en los míos.
Su mano firme la sentí como nunca en mi entrepierna.
Y lo único que pensaba,
era que hiciera los mismo que pensaba en mi mente.
Lilia Sandoval
Un recuerdo de tarde con Boris antes de fallecer.
