#Mujeres #Nicaragüenses #SigloXX #SigloXXI
A veces pienso en ti en lo que pudo ser en tu ternura presa en las deshoras.
Quiero entrar a la muerte con los ojos abiertos abiertos los oídos sin máscaras sin miedo
Sólo cuando me amas se me cae esta máscara pulida y mi sonrisa es mía y la luna la luna y estos mismos árboles
Digo amor y lacera mi cuerpo el desamparo.
Mi laberinto es circular voy cavando en el aire con los ojos clavados en la muerte que me bebe
Barajando recuerdos me encontré con el tuyo. No dolía. Lo saqué de su estuche, sacudí sus raíces
Una mirada a veces un gesto entorpecido una frase un olor el beso que al unirnos
Estás vivo en mi pecho y sólo yo te siento. Eres el alquimista que transforma en poesía nuestro llanto.
Ese beso de ayer me abrió la puerta y todos los recuerdos que yo creí fantasmas, se levantaron tercos
Nunca más esta lluvia ni esa mancha de luz en el peñasco ni el borde de esa nube
Hoy es noche de sombras de recuerdos-espada la soledad me tumba. Nadie que aguarde mi llegada con un beso
No sé si con tu muerte has quedado a la zaga ¿eres recuerdo? o has dado un salto repentino
Malogrados los ojos Oblicua la niña temerosa, deshechos los bucles. Los dientes, trizados. Cuerdas tensas subiéndome del cuel…
¿Qué fue de ese poema que no pude atrapar el que pasó rengueando frente a mí con las alitas rotas?
Solos de nuevo solos sin palabras sin gestos sin adornos