#Mujeres #Nicaragüenses #SigloXX #SigloXXI
Hola dije mirando tu retrato y se pasmó el saludo entre mis labios. Otra vez la punzada,
No te pierdas, Teseo vuelve a mí. La playa está desierta tengo los pies sangrientos de correr en tu busca
Brilla el agua en mi piel y no la siento corre a chorros el agua por mi espalda
Soñé que era un ala desperté con el tirón de mis raíces.
Nunca más esta lluvia ni esa mancha de luz en el peñasco ni el borde de esa nube
Soy una gaviota solitaria con el ala tronchada abro un surco en la arena.
Fui la nube y la lluvia y el mar y quiero ser la tarde y la muralla
Estás vivo en mi pecho y sólo yo te siento. Eres el alquimista que transforma en poesía nuestro llanto.
Has entrado al otoño me dijiste y me sentí temblar hoja encendida que se aferra a su tallo
Ese beso de ayer me abrió la puerta y todos los recuerdos que yo creí fantasmas, se levantaron tercos
Quiero ser todo en el amor el amante la amada el vértigo la brisa
Qué lástima que duermas y se interrumpa el diálogo y no sientas mi beso en tus ojos cerrados. Qué lástima tu infancia
Muero de a poco, amor no es la muerte sorpresa que deseaba la que libera y lanza
Yo sin ti pero contigo llevando a cuestas tu muerte. Mi soledad y la tuya
Otro círculo amor que hemos cumplido ¿será este el último en cerrarse?