#Mujeres #Nicaragüenses #SigloXX #SigloXXI
Estás vivo en mi pecho y sólo yo te siento. Eres el alquimista que transforma en poesía nuestro llanto.
No pienses en mañana ni me hagas promesas ni tú serás el mismo ni yo estaré presente. Vivamos juntos la cima de este amo…
Yo, poeta de oficio, condenada tantas veces a ser cuervo jamás me cambiaría
¿Cómo será el encuentro? Descarnados los dos sin tu mirada sin mis labios posándose en los tuyos.
Sólo cuando me amas se me cae esta máscara pulida y mi sonrisa es mía y la luna la luna y estos mismos árboles
Cada vez que te amo vida y muerte están presentes: amanecer y noche
Es simple nuestro amor sin estallidos como una de esas casas con helechos y alguna que otra rana
Digo amor y lacera mi cuerpo el desamparo.
Malogrados los ojos Oblicua la niña temerosa, deshechos los bucles. Los dientes, trizados. Cuerdas tensas subiéndome del cuel…
Brilla el agua en mi piel y no la siento corre a chorros el agua por mi espalda
Soy una gaviota solitaria con el ala tronchada abro un surco en la arena.
No puede conmigo la tristeza la arrastro hacia la vida y se evapora.
Nunca más esta lluvia ni esa mancha de luz en el peñasco ni el borde de esa nube
Fue una pequeña muerte tu partida. Una muerte pequeña que me crece cuando imagino a veces que estás cerca
Sólo éste ahora es mío este momento el pasado escapó y no vislumbro el rostro del futuro.