Si el mañana inmolara,
como inmoló tu pasado,
quedaría extasiado una vez más
por este fascinante estrellado.
Inmaculada la luna esperaré,
amaré el profundo dinamismo
producido por tus constelaciones,
sus abruptos cambios y su mantenimiento de belleza
dibujan en mi un gran contento.
Quemar mis ojos con su calor
y olvidar el tiempo... solo verme.
Hermoso fue querer,
horrorizado por el odio de hoy,
fui al callado lugar
produciendo la melodía que más disfrutabas
con la certeza de que no la oirías.
Amar después de amar, amar después de odiar, y seguir.
Si el mañana inmolara, como inmoló el pasado,
estaré más que muerto en el amanecer.