Haiku 14
04/08/2016
En aquella capilla medieval había un viejo sótano y ella, (una chica joven llena de curiosidad), no dudó en bajar la fría escalera hasta adentrarse en esa estancia lúgubre con olor a si...
Septiembre, octubre, miles de hojas nos cubren. ¡LLegó el otoño!
Por densa selva, vuela sobre su sombra, un colibrí.
Abren sus pétalos. esas flores tan tristes, "Si llora el cielo"
Ese viejo árbol que yace junto al río no puede erguirse. La corriente lo inclina pero a su raíz, ¡no!
Siento tu risa como ese eco distante que se aleja en la frialdad de cada invierno. Y tu voz...
Fresca y ligera te refugias del sol y del mal viento. Con tu belleza húmeda, esparces la pureza.
¡Brotes de amor! en esa rosa blanca, sobre mi pecho.
La decepción, tanto desengaño y desilusión. Es la gran frustración, el fiasco de la vida.
Marqué en la arena los instantes vividos con añoranza. Y fue el viento travieso quien guardó mis memorias.
Las cuatro décadas de tan hermosa niña, suman otoños.
El silencio habla y también ensordece cual vulgar ruido. Podemos escucharlo si aprendemos a oír.
Suave cadencia, tibio frescor que abraza. ¡Así es mi mar! Siempre sueño con él, siempre... me pierdo en él.
Tanta nostalgia anclada en el recuerdo. Vid goteando, y el río desbocado en su frío deshielo.
¿Que es una nube? algo bello y fugaz que se va o muere.