Haiku 12
Abril /01/2016
Tanta nostalgia anclada en el recuerdo. Vid goteando, y el río desbocado en su frío deshielo.
Enlazadas nuestras tristes manos atravesamos la gran ciudad, sería nuestro último verano para enfrentar la realidad. Llegaste a tu morada final
El pajarillo, entona su tristeza. ¡Desde la jaula!
Gracias te doy por estar presente en el día a día. Tu amistad sincera es regocijo y aliento.
Si los suspiros mueren en el oído de quien los causa, la vida fuera mucho más bella y placentera.
Amanda baila como las bellas aves que baten alas. Su ritmo es como viento incansable y tenaz.
Es como lluvia que cayéndonos sobre la piel no moja. Es negra oscuridad rebozante de luz.
Cae la tarde y me sorprendo contemplando el ocaso del día, cuando una brisa fría y húmeda me estremece.
¿Habéis pensado alguna vez que cuando nacemos somos ricos? La riqueza no se mide en dinero, se mide en tiempo, que es, el que en definitiva,
¡Brotes de amor! en esa rosa blanca, sobre mi pecho.
Entre las nubes, cabalgo tan veloz, que aplasto al viento.
Gran río azul de aguas verdes y frías. Corre tranquilo, aunque el peso de tu profundidad te agobie.
La calle está vacía. Es noche oscura, sin luna. Solo veo las luces
¡Ella no sabía! que esa frustración la llevaría consigo tanto tiempo. Una inesperada y dolorosa
Corro sin cesar y el rugir del viento me golpea. Los sauces implacables y desafiantes,