Es como lluvia que cayéndonos sobre la piel no moja. Es negra oscuridad rebozante de luz.

Canta el Jilguero en su vuelo ondulado. Son sus gorjeos tan dulces y animados que deleitan la vida.

¡Cuanta hermosura! río, árbol, viento, flor. Lluvia de abril.

Marqué en la arena los instantes vividos con añoranza. Y fue el viento travieso quien guardó mis memorias.

Acompañando al viento, la hoja seca se aleja en calma.

Tanta nostalgia anclada en el recuerdo. Vid goteando, y el río desbocado en su frío deshielo.

Con un suspiro, libero tantas cosas, tantas, ¡que floto!

Hoy ¡al fin!, he secado una lágrim… “ la mía”

¿Noche de estrellas, luciérnagas y luna? ¡Todas me alumbran!

Hay cosas malas que mucho desconciertan. Mas, lo peor, solo es inevitable cuando ya ha sucedido.

Fueron tus manos, incansables y férreas parando el tiempo. La Odisea de Ulises tu consuelo final.

Nueva vida latía en su interior. Su juventud extrema, arropaba su vientre

Te fuiste un día, y hoy, logro recordarte ¡al fin!...serena.

Cuando el instante, la casualidad o el amor se acoplan; entonces, viviremos, entonces, ¡Naceremos!

Si perdonamos, liberamos el alma y nuestro ser. Pero sólo, si lo hacemos de verdad.