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Solo

Sin dar cabida a tu pesar, ingieres los momentos de desamparo,
ignorando los rostros que te señalan tu desconcierto, que se agitan en torno a ti,
ondea en el aire la confusión
todavía no has despertado y tu cansado esqueleto se resigna a caminar,
avanzando y torciendo el sentido con el propio pensamiento,
contemplas deudas saldadas con tu interior,
viejas heridas cerradas,
conmoción temporal que devora los malos recuerdos,
todavía sigues durmiendo y en tu cuerpo descansa
un corazón solitario.

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